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CALA ESTRETA
Como las buenas sorpresas, queda bastante escondida al viajero, y eso hace que la sorpresa sea mayor. En nuestro caso llegamos hasta la playa bajando por el Camí de Ronda desde Calella de Palafrugell, cruzando Cap Roig.
Rodeada de los bosques desde los cuales se accede, es una cala totalmente virgen, ni rastro de construcciones de ningún tipo alrededor.
La particularidad de esta cala es que, como su nombre indica, es muy estrecha. Su pared es de roca e irregular, y como mucho llega a los 6 o 8 metros de arena, en el tramo más ancho.
La
Cala es de arena gruesa. El agua está limpísima y toma unos colores
preciosos, por su poca profundidad, principalmente en la parte más
cercana a la arena. Las rocas que sobresalen del agua forman como
pequeñas piscinas sonde sumergirse entre montones de peces de
colores
La verdad imaginármela como en la siguiente foto que ví en internet, digamos en julio o en Agosto, más o menos llena de gente, enturbia en parte la imagen IDÍLICA que guardo de este maravilloso rincón de la Casta Brava.
Para llegar a ella en coche, debemos dejarlo en el parking de la Platja Castell, (por la C-35 hay un desvio directo antes de Palafrugell) y desde allí coger el camino que habremos pasado cuando nos hemos desviado para entrar al parking. Este camino se encuentra cerrado en los meses de verano y solo es posible acceder a pie.
Desde el parking tenemos entre 20 y 30 minutos de caminata. Eso si, merece la pena por las magníficas vistas que encontramos a nuestro paso. A tan solo unos metros ascendiendo llegamos a las ruinas de un pequeño poblado ibérico donde se avista la playa que hemos dejado atrás, Es Castell.
Detrás mismo del poblado ibérico hay un gran acantilado con una pequeña cala al fondo y una roca con gigante agujero que lleva por nombre “la Foradada”, es un rincón realmente único.
Y de ahí en adelante una serie de magníficas vistas dese los acantilados por los que p
asa el camino
hasta llegar al premio final, Cala Estreta.
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